Neumonía atípica por micoplasma en niños: Qué deben saber como padres.

Neumonía atípica por micoplasma en niños.

Cuando escuchamos la palabra “Neumonía”, es normal que nos preocupemos. Sin embargo, la neumonía atípica por micoplasma suele ser menos agresiva que otras formas de neumonía, y con el tratamiento adecuado, los niños generalmente se recuperan muy bien. Aquí te cuento todo lo que necesitas saber para cuidar a tu pequeño.

¿Qué es esta neumonía “atípica”?

La neumonía atípica es una infección pulmonar causada por una bacteria llamada Mycoplasma pneumoniae. Se le dice “atípica” porque los síntomas no son los que solemos asociar con las neumonías comunes, como fiebre alta o dificultad para respirar. En cambio, se parece más a un resfriado persistente que va empeorando poco a poco.

Aunque cualquier niño puede tenerla, es más frecuente en mayores de 5 años y adolescentes.

¿Cómo puedo reconocerla?

Como papás, lo más importante es estar atentos a los síntomas que podrían indicar que algo no anda bien:

  • Tos seca y persistente: Es el síntoma más característico. Puede durar días o incluso semanas.
  • Fiebre ligera o moderada: Generalmente menor a 38.5°C.
  • Cansancio: Tal vez notes a tu hijo más apático, con menos ganas de jugar.
  • Congestión nasal o dolor de garganta: Al principio puede parecer un resfriado común.
  • En niños mayores, también puede haber dolor de cabeza o molestias en el pecho al toser.

En bebés y niños pequeños, los síntomas pueden ser más inespecíficos, como irritabilidad, falta de apetito o sueño más de lo habitual.

¿Qué hago si sospecho que mi hijo la tiene?

Si notas que la tos persiste por varios días o que tu hijo no mejora, lo mejor es llevarlo al pediatra. El médico hará una revisión completa y, si lo considera necesario, pedirá pruebas como:

  • Una radiografía de tórax para ver los pulmones.
  • Análisis de sangre o pruebas específicas para detectar la bacteria.

El diagnóstico temprano es clave para que tu hijo reciba el tratamiento adecuado.

¿Cómo se trata?

Aunque la palabra “neumonía” suene alarmante, la buena noticia es que esta forma atípica suele tratarse fácilmente con antibióticos específicos, como la azitromicina. En casa, puedes ayudar mucho siguiendo estas recomendaciones:

  1. Hidratación: Ofrece agua, jugos naturales o caldos para mantenerlo hidratado.
  2. Controla la fiebre: Puedes usar paracetamol o ibuprofeno si el médico lo indica.
  3. Descanso: Permite que tu hijo descanse lo necesario, incluso si eso significa saltarse la escuela unos días.

Recuerda que nunca debes automedicar a tu hijo. Los antibióticos siempre deben ser recetados por un pediatra.

¿Es contagiosa?

Sí, pero no te alarmes. Mycoplasma pneumoniae se transmite por gotitas respiratorias (al toser o estornudar), pero el contagio no es tan rápido como con un resfriado o gripe. Si alguien en casa tiene síntomas, puedes prevenir la transmisión:

  • Lávate las manos frecuentemente y haz que los niños lo hagan también.
  • Cubre nariz y boca al toser o estornudar (enseñarles a usar el codo funciona muy bien).
  • Ventila los espacios de la casa.

Cuándo preocuparte y buscar ayuda urgente

Es normal dudar si los síntomas son “normales” o si debes preocuparte más. Busca atención médica inmediata si:

  • Tu hijo tiene dificultad para respirar o respira muy rápido.
  • La fiebre no baja con medicamentos o dura más de 3 días.
  • Ves a tu hijo demasiado cansado, sin energía o con falta de apetito severa.

Un mensaje para ti como papá o mamá

La neumonía atípica suena grave, pero con el tratamiento adecuado, la gran mayoría de los niños se recuperan sin problemas. Como mamá o papá, tu intuición es clave. Si algo no te parece normal, confía en tu instinto y consulta a tu pediatra.

Lo más importante es que tu hijo se sienta cuidado y acompañado durante el proceso. Tú eres su mayor fuente de amor y tranquilidad, y eso hace toda la diferencia.

Espero que este artículo sea de ayuda para ti y tu familia. Si tienes preguntas o quieres compartir tu experiencia, ¡me encantaría leerte en los comentarios! 😊